¿Cómo te sientes hoy?

La seguridad, tu mejor inversión diaria

Buenos días, equipo. Antes de empezar con nuestras tareas diarias, quiero hacerles una pregunta simple pero poderosa:

¿Cómo te sientes hoy?

Esta pregunta, que solemos hacer como saludo cotidiano, es más profunda de lo que parece. Porque estar bien no es solo un estado emocional, sino también físico y mental. Y lo cierto es que nuestro bienestar puede cambiar en un solo segundo .

Piensen en esos días en los que se levantan con energía, respiran profundo y sienten que pueden enfrentar cualquier desafío. Ahora imagina que, en un instante, todo eso desaparece por un accidente que pudo haber sido evitado.

Un segundo de descuido, una vida de consecuencias.

¿Alguna vez han recibido un golpe fuerte? Puede ser un golpe contra un objeto, una caída o incluso un accidente más grave. La sensación de pérdida de control, de dolor y de angustia es inmediata. En el trabajo, cada uno de nosotros está expuesto a riesgos, pero lo que marca la diferencia es nuestra actitud y compromiso con la seguridad .

Veamos un ejemplo sencillo. Supongamos que hay un charco de aceite en el suelo. Pasamos por ahí una vez sin resbalarnos, luego otra vez, y nada sucede. Pero, ¿cuántas veces más podemos arriesgarnos antes de que alguien caiga y se lastime? No es cuestión de suerte, es cuestión de tiempo.

Lo mismo sucede con situaciones como:

  • Sobrecargar una montacargas, perdiendo visibilidad y arriesgando una colisión.
  • No usar guantes o gafas de protección porque “solo será un momento”.
  • Herramientas manipulables sin verificar su estado o sin el equipo adecuado.
  • Fumar cerca de materiales inflamables porque “nunca ha pasado nada”.

La seguridad no es opcional ni negociable. Es un hábito que debemos practicar todos los días.

La prevención es más poderosa que la reacción.

A veces, en la vida y en el trabajo, actuamos como el pueblo de la historia del precipicio. En lugar de poner una valla para evitar caídas, gastaban su dinero en una ambulancia para recoger a los heridos.

No esperemos que ocurra un accidente para tomar acción.

Poner medidas de seguridad preventivas es más inteligente y económico que reaccionar ante un desastre. No basta con arreglar las cosas después del daño; Lo importante es evitar que el daño suceda.

Píenselo de esta manera:

  • Si trabajamos con orden y limpieza, reducimos el riesgo de resbalones y caídas.
  • Si utilizamos correctamente el equipo de protección personal, disminuiremos la posibilidad de lesiones.
  • Si seguimos los procedimientos de trabajo seguro, protegemos nuestra vida y la de nuestros compañeros.
  • Si reportamos peligros en lugar de ignorarlos, evitamos accidentes antes de que ocurran.

La seguridad depende de ti

La empresa puede invertir en equipos de seguridad, capacitar al personal y establecer normas, pero si cada uno de nosotros no toma conciencia, el esfuerzo será en vano . La seguridad es un compromiso personal.

Recuerden:

  • Un accidente no solo afecta a quien lo sufre. También afecta a su familia, a sus compañeros ya la empresa.
  • Cuidarnos es cuidar a los demás. Lo que hacemos o dejamos de hacer puede poner en riesgo a otros.
  • La seguridad no es una tarea extra. Es parte de hacer bien nuestro trabajo.

¿Cómo te sientes hoy… y cómo quieres sentirte mañana?

Espero que todos se sientan bien ahora. Pero más importante aún, quiero que se sientan bien mañana, la próxima semana y dentro de varios años. Para lograrlo, debemos hacer de la seguridad una prioridad diaria.

Hagamos nuestro trabajo con atención, responsabilidad y compromiso. La seguridad está en nuestras manos.

¡Cuidémonos y trabajemos seguros!

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