Protege tu cuerpo, protege tu vida

Cada día que venimos a trabajar, nos enfrentamos a riesgos que pueden cambiar nuestra vida en un instante. Algunos de estos riesgos son evidentes y fáciles de evitar, pero otros pasan desapercibidos hasta que es demasiado tarde. Hoy quiero hablarles de algo simple pero crucial: el equipo de protección personal. No es un capricho ni una exigencia burocrática; es una barrera entre ustedes y un posible accidente.

Les aseguro algo: nadie sale de casa pensando que hoy sufrirá un accidente. Sin embargo, todos hemos escuchado historias de compañeros que han resultado heridos porque no llevaban la protección adecuada. ¿Cuántos de nosotros hemos visto a alguien sin guantes en tareas donde hay riesgo de cortes? ¿O sin casco en áreas donde pueden caer objetos? Tal vez hasta lo hemos hecho nosotros mismos en algún momento.

Nosotros podemos prevenir los accidentes

A menudo, pensamos que los accidentes ocurren solo cuando alguien comete un error grave. Pero en realidad, los accidentes suelen ser el resultado de pequeñas decisiones erradas acumuladas con el tiempo. No usar los guantes porque “solo es un segundo”, no ponerse los lentes de seguridad porque “nunca ha pasado nada”, trabajar con ropa inadecuada porque “hace calor”… Esas pequeñas decisiones pueden costarnos caro.

Piénsenlo así: si tuvieran que salir a la calle en medio de una tormenta, ¿saldrían sin paraguas o sin abrigo? Seguramente no. Se protegerían. Pero aquí, en nuestro trabajo, donde enfrentamos peligros todos los días, a veces olvidamos protegernos.

El EPP es una necesidad

Cada tipo de trabajo requiere una protección adecuada:
🔹 Cascos de seguridad: Protegen contra golpes y objetos que pueden caer.
🔹 Lentes de seguridad: Evitan lesiones en los ojos por partículas voladoras, chispas o productos químicos.
🔹 Guantes: Dependiendo del tipo de tarea, pueden proteger contra cortes, productos químicos o temperaturas extremas.
🔹 Calzado de seguridad: Evita lesiones en los pies por objetos pesados o superficies resbaladizas.
🔹 Ropa resistente al fuego o a productos químicos: Necesaria en tareas donde hay exposición a estos riesgos.

Estos elementos no están ahí para molestarnos ni para hacernos trabajar incómodos. Están diseñados para mantenernos sanos, para evitar que una jornada laboral termine en una visita al hospital.

El mayor error: no usarlo o usarlo mal

Ahora bien, tener el equipo de protección no sirve de nada si no lo usamos correctamente. Es como tener un cinturón de seguridad en el auto y no abrocharlo. De nada sirve un casco si está mal ajustado o si lo usamos solo cuando vemos al supervisor cerca. No estamos protegiendo a la empresa ni a los jefes, estamos protegiendo nuestra vida y la de nuestros compañeros.

Excusas que nos ponen en peligro

A lo largo de los años, he escuchado muchas excusas para no usar el EPP:

“Nunca me ha pasado nada” → Hasta que pasa.
“Es incómodo” → Más incómodo es un yeso en la pierna o estar en una cama de hospital.
“Es solo un momento” → Un accidente ocurre en segundos.
“Aquí nunca pasa nada” → Las estadísticas dicen lo contrario.

Seamos líderes en seguridad

La seguridad no es solo una regla que debemos cumplir, es una cultura que debemos vivir. Cada uno de nosotros es responsable de su propia seguridad y de la de su equipo. No esperemos que alguien más nos recuerde que debemos usar nuestra protección. Seamos líderes, cuidémonos entre todos.

Antes de empezar cada jornada, revisen su equipo:
✅ ¿Tengo todo mi equipo de protección?
✅ ¿Está en buen estado?
✅ ¿Lo estoy usando correctamente?

Si ven a un compañero sin su protección, no lo ignoren. La seguridad es responsabilidad de todos.

Un eslogan

Antes de terminar, quiero que se queden con este pensamiento:

“Tu cuerpo no es reemplazable. Tu seguridad tampoco. Usa tu EPP, cuida tu vida.”

Protéjanse siempre. Ningún trabajo vale más que su salud o su vida.

¡Gracias y trabajemos con seguridad!

Dejá un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Scroll to Top