“El hombre en el paraíso”
En el relato bíblico del Génesis, se nos presenta al primer hombre en el paraíso, no solo como una creación buena, sino también en una estrecha amistad con su Creador y en perfecta armonía consigo mismo y con la creación circundante. Sin embargo, esta armonía será quebrantada por la caída. En este blog, exploraremos el estado original del hombre, su relación con Dios y la triste consecuencia del pecado.
La Iglesia, en la interpretación auténtica del simbolismo bíblico a la luz del Nuevo Testamento y la Tradición, enseña que Adán y Eva, nuestros primeros padres, fueron constituidos en un estado de “santidad y justicia original”. Esta gracia original era una participación en la vida divina misma (cf. Concilio de Trento: DS 1511; LG 2).
Bajo la irradiación de esta gracia, todas las dimensiones de la vida humana eran fortalecidas. En esta intimidad divina, el hombre no estaba sujeto a la muerte ni al sufrimiento. Había armonía tanto en su interior como en su relación con la mujer y con toda la creación. Esta armonía se conoce como “justicia original”.
El “dominio” que Dios le otorgó al hombre sobre el mundo se manifestaba primero en el dominio sobre sí mismo. El hombre estaba íntegro y ordenado en todo su ser, libre de las tres concupiscencias que lo someten a los placeres sensuales, al deseo de bienes terrenales y al afán de afirmarse contra los imperativos de la razón.
El hecho de que Dios colocara al hombre en el jardín es un signo de la cercanía y familiaridad con Dios. Allí, el hombre vivía para cultivar y cuidar la tierra. El trabajo no era una carga, sino una colaboración del hombre y la mujer con Dios en la perfección de la creación visible.
Desafortunadamente, esta armonía y justicia original se perderán debido al pecado de nuestros primeros padres. La caída traerá consecuencias trágicas y el hombre será expulsado del paraíso. Sin embargo, a través de la historia de la salvación, en Cristo, se nos ofrece la posibilidad de restaurar la amistad y la armonía con Dios. En futuros blogs, exploraremos el camino de la redención y cómo podemos encontrar la plenitud de nuestra humanidad en Cristo.
Los invito a leer el Catecismo de la Iglesia Católica (El hombre en el paraíso): https://www.vatican.va/archive/catechism_sp/p1s2c1p6_sp.html#top